Sorprendentemente, esta exultante colcha está compuesta de unos 2900 rombos de varias telas. El complejo patrón geométrico requirió de una cuidadosa planificación, y su creadora aplicó un método conocido como inglés o plantilla de papel para lograr el intrincado diseño. Este enfoque implica la utilización de recortes de papel como base para cada una de las pequeñas piezas de tela. La bordadora hilvana el tejido al papel y luego une las piezas con “puntadas de látigo” o “repulgos”. Una vez que los componentes están cosidos, se retiran los papeles. Este sistema permite que las formas geométricas complejas retengan su uniformidad incluso cuando se las une en un diseño general elaborado. Sin embargo, se trata de una técnica laboriosa y, como todos los proyectos de confección de colchas, requiere de paciencia, ya que la bordadora debe repetir los mismos pasos una y otra vez durante días o incluso años.

 

Esta colcha con patrón de radiación solar fue hallada por los donantes en un granero a las afueras de Filadelfia. Es una de las dos colchas de la colección del Museo —y parte de un grupo de seis en total— asociadas con Rebecca Scattergood Savery, miembro de una destacada familia de cuáqueros de Filadelfia.