Las obras de arte de Yuichiro Ukai resultan sobrecogedoras debido a su grandeza y sus narrativas de varias partes, habitadas por personajes recurrentes y tramas apropiadas idiosincráticamente de la cultura popular, el ukiyo-e del período Edo y los medios de comunicación de masas. Yokai —“monstruos” en japonés— se creó en 2019 en el Atelier Yamanami, una organización que atiende a personas con discapacidades físicas y de desarrollo, a la que el artista se unió a los 19 años tras graduarse de la escuela secundaria. Allí se alienta la creación artística, aunque los proyectos no están guiados. Durante el recreo, Yuichiro Ukai hojea sus libros preferidos, en especial las guías sobre animales, insectos, personajes de animé populares y monstruos japoneses tradicionales. También crea figurillas miniatura, dinosaurios y esqueletos modelados en arcilla.

 

Ukai importa sujetos dispares sin elementos contextuales y los incorpora a escenas rítmicas e intrincadas que se despliegan en varios paneles y suelen estar compuestas de entre dos y dieciocho obras, extendiéndose de derecha a izquierda en husos horarios y culturas discordes. La obra de Yokai consiste de siete partes, que se han diseminado gradualmente en distintas colecciones en Francia, Japón, Suiza y Estados Unidos tras ser completadas. El desarrollo de las composiciones de Ukai depende de la memoria que el artista tenga de las narrativas que ya ha representado. Los personajes, ejecutados en gran detalle con marcadores, lápices de color y tinta sobre cartón, regresan en hordas o sucesiones, con ligeras variaciones en sus movimientos y expresiones.