Un grupo de señuelos en forma de ave de caza
Los señuelos son herramientas con un sistema de engaño: talladas en imitación de la naturaleza, estas figuras realistas se crearon para atraer a las aves a los cotos de caza. Con ellas se engañaba a los patos, las aves costeras y otras aves de caza que, apaciguadas por la aparición de una bandada flotante o de pie, creían encontrarse en un lugar seguro.
Durante décadas, los indígenas norteamericanos crearon señuelos con juncos y otros materiales orgánicos. Los colonos europeo-estadounidenses adoptaron la herramienta y desarrollaron sus propios métodos para crear estas aves. Cuando la caza proliferó como un pasatiempo elegante a partir de mediados del siglo XIX, los señuelos fueron ganando en complejidad y su creación adoptó un nuevo sentido artístico. En la cumbre de su popularidad, que duró hasta principios del siglo XX, el mercado de los señuelos permitió la aparición de varios creadores destacados, incluidos algunos que se representan en esta muestra, como Augustus “Gus” Wilson, Anthony Elmer Crowell, Nathan Cobb, Jr. y Charles E. “Shang” Wheeler. La mayoría de los talladores eran hombres y muchos eran también cazadores que mantenían una estrecha relación con los paisajes acuáticos en los que habitaban las aves que les inspiraban.
La cualidad repetitiva y reproductiva del tallado de señuelos permitía a los creadores perfeccionar sus habilidades con esmero, tomando la naturaleza como modelo pero también incorporando un estilo personal. A principios de siglo XX, los coleccionistas de arte —incluidos los primeros patrocinadores del American Folk Art Museum— quedaron cautivados por la belleza de dichos tallados y comenzaron a reunirlos y exponerlos como objetos estéticos. Este grupo representa tan solo una pequeña selección de la gran cantidad de señuelos en forma de aves de caza que conforman los fondos del Museo, así como una de las “colecciones dentro de la colección” más significativas.